La capital rusa es probablemente junto con San Petersburgo, la ciudad más conocida de la federación. También es la más poblada, con casi 13 millones de habitantes. Además de esto, es la megaciudad más al norte de todo el mundo. Desde hace siglos, en la época del Imperio Ruso, ha sido la capital de Rusia, excepto durante un pequeño período previo a la revolución rusa en el cual la capital fue temporalmente trasladada a Leningrado.
La ciudad es bastante antigua, fue fundada en el año 1147, por lo que tiene numerosos monumentos históricos, entre los que se encuentran el Kremlin, la catedral de San Basilio, la Bibliteca Nacional o la Plaza Roja.
La ciudad ha sido clasificada en numerosos estudios independientes como la ciudad más peligrosa de Europa, debido a su altísima tasa de criminalidad. Hasta principios de la década de los 2000, la mafia rusa estaba detrás de la mayoría de crímenes, pero tras el colapso de la
Unión Soviética y la gran crisis económica, los delitos y crímenes de bandas juveniles y personas independientes han comenzado a crecer, hasta superar a los cometidos por la mafia, y los delitos por tráfico de drogas, proxenetismo o asesinatos no dejan de crecer drásticmente.
A menudo te puedes encontrar a personas sin hogar deambulando por las calles moscovitas. Se calcula que hay aproximadamente unos 300.000 vagabundos sin hogar que duermen en la calle cada día, y sorprendentemente solo un 10% de estos son de la ciudad. La gran mayoría vienen de otras partes de Rusia y de otros países a su alrededor.
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